En una sociedad como la japonesa, donde sus obras de ficción (y de no ficción, ahí está ‘Terrace House) traslucen un machismo recalcitrante, la mujer que se sale del camino preestablecido tiene ante sí una auténtica batalla contra los elementos. Pero, al igual que el cómic japonés nos escupe a menudo estereotipos y roles antediluvianos, también ofrece casos en los que retrata la ardua lucha de las mujeres por posicionarse como iguales en un entorno de extremada competitividad profesional y vital. Todo esto viene al caso de ‘Gorda‘ (Ponent Mon), un título que ha redescubierto para el mercado español a Moyoco Anno, una autora que merece la pena reivindicar, y que fue una de las pioneras en España en cuanto al josei.

Gorda Moyoco Anno

¿Qué es el josei? Lo primero será aclarar esto: el josei es una categoría de manga destinado al público femenino adulto. Lo fácil sería decir que es el equivalente para mujeres del seinen (cómic para hombres), pero las diferencias van más allá y son más sutiles. ‘Nana‘, de Ai Yazawa, que Planeta Cómic está reeditando en la actualidad, es probablemente el título de este género más conocido en España. Si en el seinen el tema predominante es el thriller, en el josei es la vida cotidiana y las relaciones de chicas jóvenes en entornos urbanos. Comparte con el shôjo, el manga para niñas, ciertos elementos estilísticos, como los ojos grandes.

Hechas las aclaraciones eruditas, vamos a la materia. Moyoco Anno (Tokio, 1971) tiene que luchar contra los elementos desde su propia biografía. En buena parte de sus semblantes se sitúa como destacado, prácticamente casi antes que su obra, que es la «esposa de…», en este caso Hideaki Anno, animador responsable de éxitos como ‘Neon Genesis Evangelion’. Vale, gracias por el dato, pero no es relevante. O por lo menos, no tanto como que Anno es una mangaka y escritora con éxito en ambos campos, y que unas cuantas de sus obras han sido adaptadas al audiovisual. Solo por sus títulos publicados en España ya se ve que además es de lo más versátil: ‘Sugar Sugar Rune‘, una historia para niñas sobre un par de brujitas; ‘Tokio Style‘, andanzas de una periodista adicta al trabajo; y ‘Gorda‘, retrato de una oficinista con tendencias autodestructivas. Vamos a analizar estas dos últimas.

‘Tokio Style’ (‘Hataraki Man’)

El nombre original de ‘Tokio Style‘ (Glénat, 2009; completa en 4 tomos) deja mucho más claro de que va la movida: ‘Hataraki Man‘ es una expresión japonesa para referirse a un hombre adicto al trabajo. En este caso, en un giro irónico, a una mujer en un mundo absolutamente masculino. La protagonista es Hiroko Matsukata, una periodista de 28 años que trabaja como redactora del semanario Jidai, una especie de Interviú a la nipona. En una redacción donde apenas trabajan un par de chicas más, esta plumilla curra a destajo para sacar adelante lo mismo exclusivas que artículos de relleno.

Tokio Style

Matsukata se esfuerza por ímpetu profesional, sí, pero también porque se sabe cuestionada por el solo hecho de ser mujer: lo que se espera de las periodistas es que antes de cumplir los 30 se casen y dejen el puesto. Ella tiene otros planes, y pasan por ser ascendida a redactora jefa antes de llegar a la treintena. ¿Que para ello tiene que tirar por la borda su vida afectiva e incluso sacrificar los más nimios placeres cotidianos? ¡Sea!

Según cuenta Anno, para escribir esta obra se documentó someramente acerca de cómo era el día a día en el periodismo japonés. A pesar de su humildad en el acercamiento a un tema que reconoce ajeno, lo cierto es que retrata con bastante acierto cuestiones universales a todos los juntaletras del mundo, desde el sagrado respeto por la veracidad al hijoputismo y/o camaradería entre compañeros, pasando por asuntos más triviales como los siempre complicados turnos de vacaciones.

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‘Tokio Style’, el manga que inauguró la línea josei de la desaparecida Glénat -con trampa, ya que en Japón se publicó directamente en una revista seinen en 2004-, es una historia adictiva, tremendamente entretenida y con un punto de humor. Es, además, un reflejo de como, al igual que ocurre en casi todos los lares, las mujeres japonesas deben multiplicar esfuerzos para alcanzar el mismo estatus profesional y social que sus compañeros.

Gorda

Si la protagonista de ‘Tokio Style’ se enfrentaba al mundo, la de ‘Gorda‘ (Ponent Mon; tomo único) duplica los frentes: tiene conflicto hacia el exterior y hacia el interior. Aunque recién publicada en España, esta obra es cronológicamente anterior en la trayectoria de Moyoco Anno, datando de 1997. El dato llama la atención porque, por su síntesis gráfica, parece esta obra una evolución posterior de la autora, cuando no es así.

Gorda Moyoco Anno

La historia gira en torno a Noko Hanazawa, una joven oficinista con algo de sobrepeso que tiende a calmar la ansiedad a través de la comida. Su problema, en realidad, no es de grasa: con una autoestima por los suelos, el más mínimo traspiés vital la lleva a engullir de forma enfermiza. Ella no va a hacer nada por salvarse, pero las personas que la rodean van a contribuir con ahínco a su caída. Su novio es un redomado egoísta. Su compañera de trabajo, una auténtica villana de telenovela. Su amiga del curro, una obsesa. Y su dietista… Esta va a ser la que le ponga la puntilla, no tanto por acción si no por omisión de auxilio cuando detecta que su clienta es carne de psiquiatra.

Es sencillo calificar ‘Gorda’ como un manga sobre la bulimia, pero supone pecar de simplista. Esta obra es un retrato de un ecosistema social podrido, donde todos los actores portan máscaras para ocultar su verdadero y repugnante rostro. Si el anterior título era un tebeo positivo, donde la protagonista tenía el control sobre su destino, aquí nos encontramos con la ausencia total de conciencia, con las consecuencias extremas de dejarse llevar.

Vencer a las etiquetas

La obra de Moyoco Anno es un ejemplo más de que, aunque desde Japón nos lleguen con la etiqueta puesta, no hay que hacer mucho caso a las segmentaciones de los mangas. Su obra, por lo menos estos dos títulos más adultos, son de interés universal. Y aunque Anno no tienen un ánimo abiertamente combativo, da cuanto menos una visión distinta del papel de la mujer en la ficción japonesa.

Aunque no toda su producción puede ser del mismo interés, sería una agradable sorpresa que ‘Gorda’ no sea una anécdota y contribuya a traer algún título suyo más por aquí. Quién sabe, incluso puede que alguien acabe editando ‘Insufficient Direction‘, su colección de chistes autobiograficos acerca de su matrimonio con Hideki Anno.