Bryan Lee O’Malley siempre será ‘el tipo de ‘Scott Pilgrim‘. Lo escribe uno que no se ha leído su obra más famosa, pero que no es ajeno a ella gracias a la entretenida adaptación cinematográfica de este ‘best seller’. Probablemente -en realidad, así lo reconoce– a este autor canadiense le trae bastante al fresco quedarse encasillado mientras la fama que ha cosechado le permita realizar otros proyectos personales y vivir de ello. Precisamente a eso se ha dedicado en los últimos años, y finalmente Lee O’Malley ha roto su silencio y presenta al mundo ‘Seconds’ (DeBolsillo), un encantador tebeo sobre segundas (y más) oportunidades.

‘Seconds’ es el nombre del restaurante cuya cocina está comandada por Katie Clay. Gracias a su buena mano, el local se ha convertido en todo un éxito. Pero esta atribulada joven de 29 años tiene un sueño: montar su propio restaurante. Una forma tan buena como cualquier otra de volver a empezar de nuevo y sacudirse algunas rémoras del pasado: amigos que se han ido yendo, un ex-novio por el que sigue colada, un rollo con el cocinero… Bueno, y luego está lo del espíritu del ‘Seconds’. Porque Katie, que vive en el desván del viejo edificio del restaurante, se encuentra con ser paranormal que le ofrece la que parece la solución a todos sus problemas: una seta mágica que, consumida según determinado ritual, permite revisar un error vital. Katie decide aprovechar esa segunda oportunidad… Una y otra vez. Ahí empieza el lío.

Con esta curiosa propuesta a caballo entre el costumbrismo y la fantasía, Lee O’Malley retrata ese momento de la vida en el que rectificar determinadas decisiones se convierte en una tarea casi imposible. La sensación, remarcada por la solemnidad que da empezar citando a Italo Calvino, es que el autor quiere demostrar que se ha hecho mayor y busca a ese público que ha crecido con él. El resultado es un tebeo tremendamente fresco, entretenido y que sabe mantener el tipo a pesar de lo arriesgado de la apuesta. En ningún momento el complejo entramado argumental que propone se desmorona (quizás al final chirría por acumulación), y logra un equilibrado cóctel de géneros y estados de ánimo.

Tan acertada es la historia que propone como la forma de llevarla al papel. El estilo de O’Malley es un perfecto híbrido entre  manga y cómic estadounidense, y sabe escoger lo mejor de cada tradición gráfica para narrar esta historia con gracejo y personalidad propia. Cuenta, donde no llega él, con la ayuda decisiva al dibujo de Jason Fischer y el color de Nathan Fairbairn. Sin duda, sin la intervención de estos asistentes el acabado final de esta novela gráfica sería muy diferente.

En fin, ‘Seconds’ es un cómic que, en mayor o menor grado, gustará a todo tipo de lectores. ‘Mainstream’ bien entendido. Y eso es algo bastante difícil de conseguir.