– Quieres decir que… ¿Deberíamos provocar peleas entre nosotros?
– ¡No tenéis que heridos los unos a los otros! ¡Se llama conflicto, Myles, drama! Es la sangre de esta industria. Ésta no es una novela moderna que pueda continuar durante cientos de páginas con nada más que descripciones. ¡Esto es Fuerza-X!

Esta es solo alguna de las perlas que guarda ‘Fuerza-X’ (Panini), un tebeo que, visto en perspectiva, se adelantó a su tiempo. A principios de siglo, Peter Milligan y el matrimonio formado por Michael y Laura Allred tomaron las riendas de la colección ‘X-Force’. Los nuevos autores, sin cambiar el título ni la numeración de la serie, dieron una completa vuelta al grupo de mutantes, al que convirtieron en estrellas mediáticas más propias de un Gran Hermano de Telecinco que de unos salvadores del mundo. El resultado es un cómic que dejó un gran recuerdo en quienes lo leyeron en su momento y que, para los que lo descubrimos ahora, supone una auténtica y agradable sorpresa.

‘X-Force’. Un título que remite irremediablemente a esta imagen:

«Too much for the body», como quizás diga el autor del dibujo y creador de las criaturas, el ‘genial’ Rob Liefeld. Nada que ver con el desenfado que expresa el dibujo de Michael Allred y el color de Laura Allred, al servicio de los guiones de Peter Milligan. Quizás por eso, en España fue necesario renombrar la etapa a cargo de este equipo creativo como ‘Fuerza-X’, para que pareciera algo diferente. Porque, efectivamente, lo era.

Estamos ante un grupo de mutantes que tienen claro que un gran poder conlleva una gran oportunidad para hacerse ricos y famosos. Nadie dijo que fuera fácil, y el peaje es cumplir misiones arriesgadas en las que lo suyo es que haya algún caído, porque la industria del entretenimiento requiere constante sangre nueva. Fuerza-X está en manos de un joven empresario tecnológico que quiere sacar rendimiento a su inversión, y explotar comercialmente la marca mutante más allá de toda ética y decoro.

Sin embargo, la entrada en el equipo de El huérfano va a cambiar las cosas. Este atormentado y sensible -en el sentido más amplio de la palabra- héroe gasta algo más de conciencia que sus predecesores y compañeros. La primera gran demostración de su carácter llegará cuando Fuerza-X sea destinada a recuperar al niño mutante Paco Pérez, objeto de disputa diplomática entre Estados Unidos y un país comunista «en el que la seguridad social es la repera». Para los desmemoriados, recordar que por las fechas en las que se publicó este tebeo, allá por 2001,  aún estaba fresco el incidente de Elián González, el niño balsero reclamado por Cuba.

Las decisiones tomadas por El huérfano harán que poco a poco su autoridad y actitud calen entre el resto del grupo. Eso no quiere decir que los problemas acaben ahí: disputas por el liderazgo, ruedas de prensa, ‘castings’, conflictos raciales, fans acosadoras, salidas del armario, orígenes secretos, explosiones de pus transdimensionales… Todos estos elementos confluirán en un espectacular desenlace en el que, por si hubiera pocos elementos sorprendentes, Fuerza-X se las tendrá que ver con los Bush Rangers, una banda asesinos y violadores mutantes creados por el Gobierno de Estados Unidos.

‘Fuerza-X’ fue y es, como no puede ser de otra manera visto lo visto, una serie rompedora. Peter Milligan escribe una historia que atrapa y va en crescendo, en la que no se priva de introducir una mordaz crítica al capitalismo mediático. Más de una década después, sus planteamientos siguen vigentes. Si hoy hubiera un grupo de superhéroes en el mundo real, probablemente tendría más posibilidades de ser como esta Fuerza-X que como la Liga de la Justicia. Milligan va incluso más allá y aborda temas que aún hoy son objeto de asombrosa atención por los medios cuando aparecen en los cómics, como la homosexualidad o el racismo. A más a más, también hay ración de crítica a la administración de George W. Bush.

La acidez que destila el texto de Milligan adquiere tonos pop de la mano de Michael Allred, cuyo estilo es inseparable del color de Laura Allred. Es el equipo creativo perfecto: el contraste entre las barrabasadas del guión y el amable dibujo de los Allred crean un cóctel explosivo. En este sentido, cabe decir que la excelencia de ‘Fuerza-X’, recordada a través de esta nueva edición, pone en cierta manera en su sitio a los títulos ‘rompedores’ de la actual Marvel. El ‘FF‘ dibujado y coloreado también por los Allred, pero con guión de Matt Fraction, el escritor de momento, carece del rupturismo y chispa -amén de la mala baba- del trabajo de Milligan.

Esta etapa de ‘Fuerza-X’ desbordó el concepto original de la colección, y obligó a continuar las aventuras de los personajes bajo una nueva cabecera, ‘X-Statix‘, título que Panini publicará más pronto que tarde. Cabe esperar que lo haga en el mismo formato que el volumen que nos ocupa, con un precio la mar de atractivo (16,50 euros) para la cantidad y calidad del material que ofrece.